sábado, 27 de marzo de 2010

Todos a la AFA.


Que la idea sea el sol, que al milagro lo cambien y se haga verdad. No empezar a dejar de pensar que a las masas pensando no las vencerán jamás, JAMÁS.

El fútbol en nuestras vidas.

Todos sabemos lo que significa, la importancia que tiene el fútbol, tanto aquí en la Argentina como a nivel mundial. Pensemos tan sólo que según un ranking realizado, Diego Armando Maradona salió catalogado como la persona con mayor popularidad a nivel mundial. Muchos individuos en todo el mundo, ignoran o desconocen –lamentablemente- a personalidades políticas o figuras públicas que hacen a nuestra organización social misma, o cuya importancia tiene relevancia en nuestra vida cotidiana, pero sin embargo, según esa encuesta, “El Diego” es el hombre mas famoso y conocido a nivel mundial. Parte de esta importancia se ve reflejada también, en lo que implica un mundial de fútbol, donde poblaciones y naciones enteras se paralizan para presenciar un “simple espectáculo deportivo”, como el que ahora nos toca vivir en pocos meses.


Si esto es así a nivel mundial, ni hablar en nuestro país, en la Argentina. Está claro que el fútbol como fenómeno sociológico excede como dijimos la esfera estrictamente deportiva. Tal es la pasión que despierta este deporte, y tan arraigado está a nuestra cultura, que para muchos individuos que integran nuestra sociedad es lo mas importante que existe en sus vidas. La gente se relaciona y “es”, a partir del club del cual es hincha. A veces importa menos, qué hacemos, cómo somos, o en que nos desempeñamos, y empezamos a entablar relaciones a partir del fútbol. Según de qué equipo seamos. A través de los amigos –y enemigos- que cosechamos practicando este deporte, o por medio de la gente que sábado a sábado o domingo a domingo conocemos yendo a la cancha a ver a nuestro equipo. Podríamos abundar mucho mas sobre esto, pero está claro que en nuestro país y en nuestra cultura, el fútbol ocupa un lugar superlativo, incluso mas que en otras partes del mundo, lo que para bien o mal nos distingue un poco como sociedad. Tanto es así, que mas allá de lo mencionado en torno “al Diego”, incluso hinchadas de otros países, vienen aquí a aprender o a pedir consejos de cómo se hace para ser hincha como se es acá, cantando canciones, llevando banderas y otros rasgos que tanto nos distinguen. Aquí ser hincha de un club y amante del fútbol en general, es parte importante e inescindible en nuestras vidas, y como tal, le dedicamos un tiempo y planificamos nuestra vida cotidiana en torno a ello. Vamos a trabajar y leemos la parte deportiva del diario, escuchamos radio, llegamos a casa y vemos TV, o vamos a ver a Internet las novedades de nuestro equipo, organizamos partidos con nuestros amigos, nos juntamos para ir a la cancha y a veces nos juntamos simplemente para hablar de fútbol. Compramos ropa deportiva, juntamos figuritas, hacemos banderas, cantamos canciones, etc. Muchas veces dejamos de lado cosas importantes, todo por este juego. Como lo dicen las canciones en la cancha: “…dejo todo lo que tengo que hacer…”, “…dejo todo por alentarte a vos…”, “…a todas partes voy con vos…”, etc., clara expresión de la pasión que esto genera. Muchas veces por ver un partido, no estudiamos, nos escapamos del trabajo, y de los nervios a veces ni dormimos ni nos concentramos en otra cosa que no sea ese partido importante que tiene que jugar nuestro equipo este “finde”, o ese clásico esperado en la “8va fecha”, o esa final tan esperada. Planificamos nuestro día, nuestro calendario semanal, mensual y hasta anual en torno al fútbol.


De lo dicho, no estamos haciendo un juicio de valor, si está bien o mal todo esto, pero la realidad es así, tal cual lo describimos.

Fútbol: pasión de multitudes… y algo más.

Otro punto que refleja la importancia mencionada, y que tal vez por conocido, nunca nos detenemos a reflexionar profundamente en ello, es que este deporte es tan importante que mucha gente, incluso llega a vivir, sustentarse, y hace negocios millonarios a través del mismo. Muchas personas, pasan de ser simples ciudadanos, a grandes figuras mediáticas, con todo lo que ello implica en esta sociedad y estos tiempos tan globalizados. No en todos los juegos, deportes, o actividades con sentido lúdico, sucede un fenómeno tan particular. No en todas las actividades los sujetos involucrados llegan a profesionalizarse, como sucede por ejemplo, con los jugadores de fútbol. Sin embargo, no nos referimos sólo a los sujetos directamente involucrados: jugadores, técnicos, réferis, etc. La gente que vive y hace negocios con este deporte es muchísima: dirigentes, periodistas, intermediarios, empresarios, grandes marcas que venden la indumentaria deportiva, empleados de los clubes, barras bravas, grandes medios de telecomunicación, etc. Y se mueve más dinero aún a través de las actividades colaterales que genera el espectáculo: paquetes de turismo, gasto en “seguridad”, etc.


Quien alguna vez se halla detenido a escuchar a Carlos Salvador Bilardo –jugador y D.T. campeón mundial con la Selección Argentina en 1986-, una de las frases que repite hasta el cansancio en el programa radial que él preside, es que él dice haber dicho ya en la década del 60 que el fútbol es un negocio, y que por decir esto, por muchos fue y es injustamente criticado y atacado.


El fútbol tiene muchas aristas, y puede ser analizado desde distintas ópticas, pero desde éste punto de vista, está claro que es correcto lo que dice Bilardo, y está claro más aún, y en línea coincidente con en análisis de todos los especialistas en distintas áreas, que la penetración cada vez mas feroz del negocio en el fútbol, lo fue distorsionando de manera sumamente asquerosa y negativa. Casi diríamos, que lo único y más auténtico de todo esto es la pasión incondicional del hincha común, que semana tras semana y esté como esté su equipo, siempre está ahí, dispuesto a dar todo a cambio de nada. Y aquí también la frase de alguna canción o más de un “trapo”: “todo por vos”.


Así vemos y hemos visto, cómo se organizan fíxturs para favorecer a determinados equipos y Selecciones, cómo se designan árbitros a dedo con el mismo fin, cómo los árbitros favorecen siempre con sus fallos pretendidamente imparciales a determinados equipos y Seleccionados –excusándose sólo en su propia ineficiencia-, lo mismo que los tribunales de “indisciplina” que nunca miden la “disciplina con la misma vara”, así como la terca negativa a implementar tecnología en el fútbol para mejorar la transparencia de los fallos arbitrales a esta altura tan cuestionados, etc., etc. Basta ver como Francia clasificó al último Mundial, para darse cuenta que todo esto es una mugre. La FIFA es una mugre. La AFA es una mugre. Y no son pocos los que ya denuncian esto públicamente. Basta sino escuchar a Gabriel Anello, destacado periodista deportivo del ascenso, como públicamente y con pruebas ha denunciado a árbitros y dirigentes, y cómo recientemente miembros del Colegio de Árbitros fueron expulsados ante hechos de corrupción. Hace unos años en Italia sucedió lo mismo, pero con mayor profundidad y repercusiones que aquí, incluso han hecho descender equipos.


Lo mismo sucede con el enfoque mediático deportivo: tras un discurso pretendidamente objetivo e imparcial, como en todos los temas que suelen abordar, generan favoritismos en el público, ponen el acento en determinados temas mientras callan otros, generan y recrean figuras al servicio de empresarios, intermediarios y dirigentes para colocar a sus representados en plazas rentables y equipos y seleccionados importantes; y también aquí, una larga lista de mentiras e infinitas etcéteras. Es decir, el periodismo en general y los grandes medios de comunicación –salvo honrosas excepciones-, son un eslabón más de este sucio negocio. Trabajan todo el tiempo, bajo un perfil autoproclamadamente imparcial, independiente y objetivo, cuando en verdad, lo único que hacen es reproducir un discurso, y adaptar dicho discurso, al servicio de diversos intereses, grupos económicos y empresarios, cuyo único interés –valga la redundancia- es el lucro propio, al margen del espíritu y el espectáculo deportivo, y por ende, al margen y a espaldas del hincha, al cual sólo se dirigen para lucrar.

El negocio,"los mercados" y la corrupción vs. El folclore y el espíritu deportivo.

La prohibición de la asistencia del público visitante en el ascenso, y el límite de expendio de entradas en la primera división.

En este sentido, y no casualmente podemos hacer con esto un paralelismo con otros temas sociales, vemos como cada vez mas el negocio avanza de manera inversamente proporcional a los intereses del hincha común, que se tiene que conformar con entradas cada vez mas caras para el bolsillo popular, se tienen que bancar el maltrato policial cada vez que va a la cancha, que se tiene que bancar el “choreo”, el apriete y la violencia de algunos barras acomodados y apañados, menor capacidad en los estadios, entradas que se agotan rápidamente y luego aparece revendiéndose a precios exorbitantes, que le hacen análisis de alcoholemia para ingresar a los estadios, que tiene que pagar un servicio de TV por cable para poder ver los partidos (cosa que a pesar de la demagogia gubernamental sigue sucediendo en el ascenso, en determinados partidos de torneos internacionales, y en algunos partidos del Seleccionado), que no sabe si de la cancha vuelve en condiciones y con vida, que ve como su equipo se empobrece y se queda sin vida social mientras dirigentes y empresarios se llenan los bolsillos de dinero, que ve como a su equipo lo “cagan” los árbitros, que ve como el periodismo y los funcionarios públicos mienten en torno a temas como la seguridad de forma descarada y también aquí otra larga lista de injusticias y etcéteras.


Y el último atropello mas grave y demagógico perpetrado en los últimos años por parte de la AFA y el Estado através de sus organismos de “inseguridad”, y a tono con lo que venimos diciendo avalado por la opinión pública y los medios, fue la decisión de prohibir la asistencia del público visitante en el ascenso y en algunos partidos en primera división, sumado al límite o cupo de expendio de entradas en la primera división. Medida que fue adoptada luego de los recordados hechos de violencia que acabaran con la vida de Marcelo Cejas, hincha de Tigre, en inmediaciones de la cancha de Nueva Chicago, el día que la institución de Victoria ascendía a Primera División y condenara al club de Mataderos a jugar en la B Nacional, con una quita de 18 puntos como sanción a este ultimo, lo cual implicaba que en la temporada siguiente resultase prácticamente imposible que dicha institución se salvara del descenso a la categoría inferior donde hoy milita –La B Metropolitana-; y de aquellos otros donde un sector de la parcialidad de Almirante Brown ante la final por el ascenso al Nacional B frente a Estudiantes de Bs. As., protagonizara sucesivos hechos de violencia entre los que se destacan la pedrada al micro del plantel de Estudiantes, el petardo que le tiraron al arquero del mismo equipo cuando se estaba por patear un penal, y la tira de un puesto de panchos desde la bandeja superior del estadio de Racing a la inferior, producto del enfrentamiento entre dos facciones de la propia hinchada del club de Isidro Casanova, (“los del 20 de junio” vs. “los de siempre”). Medida que en su momento fue anunciada con carácter transitoria, primero por 6 meses, luego por 6 meses más, y ahora parece ser la solución definitiva que los mafiosos de los Organismos de Seguridad y la AFA, encontraron al problema de la violencia en el fútbol.


Esta medida es atacable desde todos los aspectos, y sólo deja en claro cual es el único interés a defender por parte de estos funcionarios: el negocio en la medida que les sea rentable, a espaldas y “cagándose olímpicamente” en el hincha. Verdadero sujeto y protagonista en la pasión y el espectáculo del fútbol. Queda claro aquí, que en la medida en que la asistencia de los visitantes en el ascenso no sea funcional al negocio del fútbol en general, prefieren sacar a la gente de las canchas. Gente que por otro lado, no es la que genera los hechos de violencia, sino la que en todo caso los padece, como vamos a ver.


Debemos recordar que dicha medida fue presentada con “bombos y platillos” por parte de dichos funcionarios, como si con esto fuese a terminar la violencia en el fútbol y los espectáculos deportivos. Sin embargo, nada de eso sucedió. Los hechos de violencia ligados al fútbol se fueron sucediendo uno tras otro, cada vez con mayor periodicidad y mayor virulencia, y no casualmente, esos hechos no siempre se dieron con motivo de espectáculos deportivos, más bien al contrario, lo que ya va marcando por donde viene el problema. Así, mientras transcurre esta medida claramente discriminatoria y violatoria de la Constitución Nacional, de Pactos y Tratados Internacionales, nadie desde la AFA, los Organismos de Seguridad, ni los medios de comunicación que por acción u omisión avalaron la medida, pudieron explicar:



-La muerte del hincha de River Plate Gonzalo Acro. Esto no sucedió durante un partido de fútbol ni con motivo de un espectáculo deportivo, ni lo protagonizaron hinchas comunes que iban a la cancha, ni sucedió en el ascenso. Fue producto de una interna en la barra brava de la institución “millonaria”, que fue saldada como las mafias saldan sus asuntos: acribillando a balazos;

-Tampoco se pudo explicar las sucesivas peleas con armas blancas y armas de fuego, suscitadas al interior de “La 12”, la barra de Boca Jrs., hechos donde aparecen filmados los barras peleándose dentro de la bombonera, como en inmediaciones del estadio: en Casa Amarilla, y en el Parque Lezama. ¿Qué hizo la justicia con esto, cuántos quedaron detenidos, cuántos Fiscales investigaron esos hechos, y qué había detrás de ellos? Este hecho tampoco involucra al tipo común que va con su hijo a la cancha, ni menos que menos lo protagonizaron clubes del golpeado ascenso;

-Tampoco se habló ni puso de resalto a la hora de abordar el tema, sobre la muerte de un chico en la parada de un colectivo a la salida de un boliche, perpetrada a manos de un “patobica” identificado con la barra brava de Estudiantes de L.P. No hace falta ser muy inteligente para deducir, que este hecho no lo protagonizaron hinchas comunes, ni se dieron con motivo de un espectáculo deportivo, y menos que menos tuvo que ver en el tema gente del ascenso ¿? Sí quedó claro en cambio, que gente que tiene semejante accionar, cuenta con un enorme manto de impunidad del que no goza un ciudadano cualquiera;

- Mientras sigue la ridícula prohibición de que asista el público visitante en el ascenso, hace muy poquito Walter Cáceres de tan sólo 14 años, hincha de Newell's Old Boys, murió a causa de un balazo. El cual fue producto de una balacera perpetrada por los antiguos capos de la barra brava leprosa. Este hecho, sucedió mientras la hinchada de los “leprosos” volvía en los micros hacia Rosario luego enfrentar a Huracán en el Parque de los Patricios. Cuando pasaban por, lo denominado, Gran Rosario un vehiculo particular efectúa más de 200 tiros contra la caravana “Leprosa”, matando a este chico. Lo único que se hizo por esta muerte absurda, fue un minuto de silencio al partido siguiente, y el show continuó. Como vemos, este hecho tampoco sucedió durante un enfrentamiento entre hinchadas rivales, ni en un equipo de ascenso, sin embargo por mucho menos, la parcialidad de Deportivo Merlo estuvo un torneo sin siquiera poder asistir a ver a su equipo, ni de local, ni de visitante y actualmente nada más pueden concurrir los socios.

- Más recientemente, nos llega la noticia de la muerte de un policía que intervino en un enfrentamiento a balazos en la mismísima estación de La Plata y a plena luz del día, entre dos fracciones que se disputan el manejo de la barra brava de Estudiantes de La Plata. Horas mas tarde, a pesar de este hecho, de todos modos se disputó en cancha de Quilmes el partido entre “el pincha” y Argentinos Juniors, donde se impusieran éstos por 1 a 0. Aquí tampoco se trataba hinchas comunes, ni parcialidades rivales, ni de gente del ascenso. Algo que el “COPROSEDE” sabía que iba a suceder y no hicieron nada para garantizar la seguridad del verdadero hincha que viajaba en ese tren, de las personas que en ese momento estaban en la estación, como así tampoco la del policía.

- Por último un barra brava de Defensa y Justicia fue asesinado en un enfrentamiento entre las parcialidades, fuera del marco de un partido de fútbol. Por ese enfrentamiento entre 6 barras producido un día de semana en el que no jugaba "el Halcón", el equipo de Varela actualmente debe hacer de local en la cancha de Lanús, a puertas cerradas.

La prohibición de la asistencia de público a los estadios. Un fracaso por donde se lo mire.

En torno a lo que venimos señalando, queda claro que la política de seguridad llevada a cabo por los diversos organismos de seguridad y a instancias de las medidas tomadas por la AFA para la organización de espectáculos deportivos es un verdadero fiasco, y fracasó estrepitosamente. En particular, si nos referimos a las medidas centrales, que implican retirar al público de los estadios, como dijimos: sacando a los visitantes en el ascenso y restringiendo la capacidad y la asistencia en la primera división.

Creemos que las razones de este fracaso están más que claras. Las medidas implementadas no apuntan seriamente a terminar con el principal factor que genera la violencia: desmontar el accionar y la logística de verdaderas organizaciones mafiosas como son las barras bravas enquistadas en los clubes. Sino que se implementaron medidas de índole demagógica y que sólo piensan en el negocio, y que como decimos apuntan sólo a marginar de los estadios al hincha común, que no es el victimario, sino víctima de todos estos acontecimientos, mientras los verdaderos responsables de violencia siguen impunes. Esto claramente se da a instancias de la connivencia de los barras, con funcionarios políticos de distinta índole y jerarquía: punteros políticos y barriales, burócratas sindicales, empresarios de la noche, policías corruptos, políticos corruptos, intendentes corruptos del conurbano bonaerense, etc. Baste sino recordar lo sucedido por ejemplo, con motivo del traslado de los restos del General Perón a la famosa Quinta de San Vicente, donde parte de los asistentes utilizaron ese acontecimiento para “ajustar cuentas” y donde se vieron involucrados barras de diversos equipos. Es decir, que por acción u omisión, el estado lejos de combatir a esta verdadera “lacra” que se hacen llamar hinchas, se nutre de ellos, los ampara, financia o al menos los contempla indemnes.
Como mas arriba dijimos, dicha política de seguridad viene demostrando su fracaso y es atacable desde todo punto de vista. Prohibir la asistencia de los visitantes y la asistencia del público en general, cuenta con los siguientes vicios:

- Por empezar es una medida que demostró su fracaso y carece de efectividad, en torno a lo que supuestamente viene a solucionar, y se manifiesta en dos sentidos. Primero que los mentores de la violencia siguen asistiendo a los espectáculos, viéndose únicamente marginado el hincha común. Así citamos como ejemplo mas claro, el partido de la B Nacional disputado a puertas cerradas en el estadio de Gimnasia y Esgrima de La Plata entre el Club Atlético Platense vs. Chacarita Juniors. Aquí el equipo de San Martín hacía de visitante y sin embargo, llevó mas gente que el equipo local. Claro que la populosa hinchada de Chacarita tuvo que escuchar el partido por radio o verlo por TV al igual que la parcialidad local de Platense, sin embargo, los “acomodados” violentos de siempre estuvieron presentes, dando cuenta así del privilegio y la impunidad que tienen. Hecho señalado por todo el periodismo como vergonzoso.
Por otro lado, dicha medida muestra su carencia de efectividad en el sentido de que los hechos de violencia, lejos de terminarse se incrementaron en cuanto a su accionar violento y su periodicidad. Tan sólo en lo que va del año, ya se registraron al menos cinco muertes relacionadas a esta problemática, lo que da en promedio más de una muerte por mes. Un verdadero fracaso, al que funcionarios involucrados no salen a dar la cara, y medios deportivos –salvo excepciones- ya lo mencionan como hechos cotidianos sin darle la trascendencia que debería tener, mostrando así su complicidad al respecto. El show y el negocio debe continuar porque hay que seguir facturando y a mitad de año se viene El Mundial. Otro gran negocio, no solo para la TV, los grandes medios y compañía, si no también para el gobierno, que a través de “Hinchadas Unidas Argentinas” garantiza la gente en sus actos, un grupo de choque que “siempre se necesita en política”, y hacer demagogia con un sector que siempre conviene tenerlo de aliado;

- A su vez, dicha medida carece de criterio de racionalidad o razonabilidad. Si lo que se desea es terminar con los hechos de violencia prohibiendo la asistencia del público visitante por el peligro que potencialmente implica el encontronazo entre hinchadas, no es necesario ser un experto en el tema ni un iluminado, para darse cuenta que por el nivel de convocatoria y la logística y organización con que cuentan las barras, es mucho mas riesgoso un partido de primera división que uno de ascenso. Por ejemplo, acorde a esta lógica adoptada para combatir la violencia, sería mas peligroso un River vs. Boca que un Victoriano Arenas vs. Ferrocarril Urquiza. Esto ya lo demuestran los hechos. Sin embargo, supuestos expertos en el tema –y que cobran fortunas por los cargos que ocupan para planificar la “inseguridad”- se ve que acorde a la medida adoptada entienden lo contrario. Es decir que para ellos, un partido entre Victoriano Arenas vs. Ferrocarril Urquiza, por peligrosidad de sus barras y nivel de convocatoria –será esto último sobre todo ¿?- es mas peligroso o conlleva mas riesgos de enfrentamientos que un River vs. Boca por ejemplo. ¡Ridículo!;

- Además es una medida de carácter irracionalmente genérico, y que como decimos, no apunta a tomar precauciones mayores, ante riesgos mayores. Podemos citar como ejemplo, el del ítem anterior. Sin importar los riesgos, en El Ascenso el público no va y en la Primera División sí. Sin importar los riesgos reales de enfrentamiento, un clásico o partido catalogado como “de alta peligrosidad” en Primera se juega con ambas hinchadas; mientras un partido sin tanta trascendencia en cuanto a la peligrosidad, por el sólo hecho de ser del Ascenso, el público visitante no se puede asistir. Esto demuestra que con estas medidas, no se pretende en verdad terminar con la violencia, sino solamente marginar al público de los estadios, en la medida en que esto no sea rentable.
Otro ejemplo que marca lo genérico e irracional de la medida, y que para nada analiza la peligrosidad del caso concreto, es que la asistencia de una hinchada de visitante depende de la categoría en que se encuentre, independientemente si por sus antecedentes o su presente dicha parcialidad suele ser conflictiva o no. Así por ejemplo, las hinchadas de Chacarita Juniors y de Talleres de Córdoba, mientras permanecían en el Nacional B, se veían privadas de asistir de visitantes por ese sólo hecho, ahora pueden asistir, sólo por cambiar de categoría. En el primer caso, Chacarita Jrs. milita en la Primera División, mientras que Talleres de Córdoba descendió y participa en el Torneo Argentino;

- Como ya venimos diciendo, son medidas que no apuntan a atacar lo central del problema, que desde nuestro punto de vista es la trascendencia, el poderío y el protagonismo que tienen las barras bravas en todo este asunto. Por el contrario desde el mismo estado a través del gobierno, se pretende blanquear y legitimar la ligazón y el financiamiento a las barras, alrededor de experiencias como la de Hinchadas Unidas Argentinas, cuyo proyecto implicaba que funcionarios ligados al oficialismo le prometían a las barras de los distintos clubes que se sumasen a esa organización llevarlos gratuitamente al Mundial –y me permitiría suponer que con todo pago- a cambio de que las mismas se pusiesen de acuerdo para no generar mas hechos de violencia. Hecho que consideramos vergonzoso y nefasto, ya que por un lado, el mismo estado que prohíbe la asistencia de la gente común a los estadios en condición de visitante, por otro premia a los responsables de la violencia regalándoles el viaje gratis al Mundial, otorgándoles así mas poder del que ya tienen, mas impunidad de la que ya cuentan, y legitimándolos y convirtiéndolos en verdaderos interlocutores del estado, en vez de investigarlos y combatirlos, por ser los principales responsables de la escalada de violencia en el fútbol.
Por otro lado, dicha iniciativa lejos de desincentivar la violencia y propugnar el buen comportamiento, abre una disputa al interior de las barras por quedarse con el control y manejo del “paquete turístico” para asistir a Sudáfrica 2010;

- Más allá de todo lo dicho y no por ello menos importante, por todo lo que venimos diciendo mas arriba, la medida implementada de prohibir la asistencia a los visitantes, deviene en carente de fundamento racional, discrecional, arbitraria y discriminatoria, y en base a ello, violatoria de la Constitución Nacional, Tratados y Pactos Internacionales que el estado argentino esta obligado a cumplir.

Es por todo ello, que creemos que tanto desde la AFA, como desde el mismo Estado através de sus Organismos de Seguridad no existe una voluntad cierta de solucionar el problema real de la violencia enquistada en el fútbol. Si así fuese, mas allá de otras medidas parciales o campañas de ocasión, se intentaría primero que nada combatir a los principales responsables de la violencia en el fútbol. Sin embargo, como venimos explicando, lejos de eso, desde el mismísimo estado através de todas sus instituciones, se ampara y financia a aquellos que generan los hechos de violencia, mientras demagógicamente se prohíbe que el hincha común pueda ir a la cancha de visitante con la excusa de combatir la violencia, matando así el folklore y una de las cosas mas lindas que tiene el fútbol, y que particularmente distingue al espectáculo y las hinchadas argentinas. Nada más y nada menos, que la pasión de ir a la cancha a alentar a alentar a nuestro equipo.

Nace el Movimiento de Socios e Hinchas Autoconvocados.

Por todo esto, centralmente desde que se implementó la famosa prohibición de que asista el público visitante en el ascenso, espontáneamente, distintos socios e hinchas de diversos clubes de fútbol de todo el país decidimos en primer lugar autoconvocarnos oponiéndonos a dicha medida, y en torno a eso realizamos marchas y distintas peticiones ante la AFA y los diversos Organismos de Seguridad involucrados, y tanto uno y otro se “tiraron la pelota” y las responsabilidades entre sí, haciendo oídos sordos a nuestros justos reclamos.


Por ello, y ante la necesidad de coordinar mejor las próximas acciones, y oponiéndonos con fervorosa pasión, a las injusticias que aquejan al fútbol, y que padecemos cotidianamente los socios e hinchas de este hermoso deporte, es que todos unidos, y sin que nos separen los colores sino por el contrario, mostrando con nuestro ejemplo que quienes queremos al fútbol podemos estar unidos, decidimos fundar el Movimiento de Socios e Hinchas Autoconvocados (Mo.S.H.A).


Obviamente que desde nuestra incipiente y humilde organización, no creemos que podamos acabar con todas las injusticias que azotan al fútbol, sabemos del enorme poder y de los intereses al que nos enfrentamos.

Pero al menos pretendemos que el socio e hincha damnificado cada vez mas por los sucesivos atropellos por parte de quienes manejan todo esto, encuentre aquí una voz de expresión y organización para enfrentar esas injusticias cada vez mas profundas.


Sabemos que no es sencillo lograr nuestros objetivos, pero al menos, no queremos seguir cruzados de brazos y sin hacer nada, mientras los corruptos y ladrones se llenan de plata y hacen negocios, a costa de ir matando cada vez un poco mas, a nuestros clubes y a este deporte que tanto amamos, y que tanto significa en nuestras vidas.


Es por eso que desde el Mo.S.H.A., llamamos a todos aquellos socios e hinchas del fútbol que como nosotros aman tanto este deporte y que compartan estas premisas, a que luchen junto con nosotros para que nunca muera esta pasión.-


Movimiento de Socios e Hinchas Autoconvocados

Mo.S.H.A.