sábado, 27 de marzo de 2010

La prohibición de la asistencia de público a los estadios. Un fracaso por donde se lo mire.

En torno a lo que venimos señalando, queda claro que la política de seguridad llevada a cabo por los diversos organismos de seguridad y a instancias de las medidas tomadas por la AFA para la organización de espectáculos deportivos es un verdadero fiasco, y fracasó estrepitosamente. En particular, si nos referimos a las medidas centrales, que implican retirar al público de los estadios, como dijimos: sacando a los visitantes en el ascenso y restringiendo la capacidad y la asistencia en la primera división.

Creemos que las razones de este fracaso están más que claras. Las medidas implementadas no apuntan seriamente a terminar con el principal factor que genera la violencia: desmontar el accionar y la logística de verdaderas organizaciones mafiosas como son las barras bravas enquistadas en los clubes. Sino que se implementaron medidas de índole demagógica y que sólo piensan en el negocio, y que como decimos apuntan sólo a marginar de los estadios al hincha común, que no es el victimario, sino víctima de todos estos acontecimientos, mientras los verdaderos responsables de violencia siguen impunes. Esto claramente se da a instancias de la connivencia de los barras, con funcionarios políticos de distinta índole y jerarquía: punteros políticos y barriales, burócratas sindicales, empresarios de la noche, policías corruptos, políticos corruptos, intendentes corruptos del conurbano bonaerense, etc. Baste sino recordar lo sucedido por ejemplo, con motivo del traslado de los restos del General Perón a la famosa Quinta de San Vicente, donde parte de los asistentes utilizaron ese acontecimiento para “ajustar cuentas” y donde se vieron involucrados barras de diversos equipos. Es decir, que por acción u omisión, el estado lejos de combatir a esta verdadera “lacra” que se hacen llamar hinchas, se nutre de ellos, los ampara, financia o al menos los contempla indemnes.
Como mas arriba dijimos, dicha política de seguridad viene demostrando su fracaso y es atacable desde todo punto de vista. Prohibir la asistencia de los visitantes y la asistencia del público en general, cuenta con los siguientes vicios:

- Por empezar es una medida que demostró su fracaso y carece de efectividad, en torno a lo que supuestamente viene a solucionar, y se manifiesta en dos sentidos. Primero que los mentores de la violencia siguen asistiendo a los espectáculos, viéndose únicamente marginado el hincha común. Así citamos como ejemplo mas claro, el partido de la B Nacional disputado a puertas cerradas en el estadio de Gimnasia y Esgrima de La Plata entre el Club Atlético Platense vs. Chacarita Juniors. Aquí el equipo de San Martín hacía de visitante y sin embargo, llevó mas gente que el equipo local. Claro que la populosa hinchada de Chacarita tuvo que escuchar el partido por radio o verlo por TV al igual que la parcialidad local de Platense, sin embargo, los “acomodados” violentos de siempre estuvieron presentes, dando cuenta así del privilegio y la impunidad que tienen. Hecho señalado por todo el periodismo como vergonzoso.
Por otro lado, dicha medida muestra su carencia de efectividad en el sentido de que los hechos de violencia, lejos de terminarse se incrementaron en cuanto a su accionar violento y su periodicidad. Tan sólo en lo que va del año, ya se registraron al menos cinco muertes relacionadas a esta problemática, lo que da en promedio más de una muerte por mes. Un verdadero fracaso, al que funcionarios involucrados no salen a dar la cara, y medios deportivos –salvo excepciones- ya lo mencionan como hechos cotidianos sin darle la trascendencia que debería tener, mostrando así su complicidad al respecto. El show y el negocio debe continuar porque hay que seguir facturando y a mitad de año se viene El Mundial. Otro gran negocio, no solo para la TV, los grandes medios y compañía, si no también para el gobierno, que a través de “Hinchadas Unidas Argentinas” garantiza la gente en sus actos, un grupo de choque que “siempre se necesita en política”, y hacer demagogia con un sector que siempre conviene tenerlo de aliado;

- A su vez, dicha medida carece de criterio de racionalidad o razonabilidad. Si lo que se desea es terminar con los hechos de violencia prohibiendo la asistencia del público visitante por el peligro que potencialmente implica el encontronazo entre hinchadas, no es necesario ser un experto en el tema ni un iluminado, para darse cuenta que por el nivel de convocatoria y la logística y organización con que cuentan las barras, es mucho mas riesgoso un partido de primera división que uno de ascenso. Por ejemplo, acorde a esta lógica adoptada para combatir la violencia, sería mas peligroso un River vs. Boca que un Victoriano Arenas vs. Ferrocarril Urquiza. Esto ya lo demuestran los hechos. Sin embargo, supuestos expertos en el tema –y que cobran fortunas por los cargos que ocupan para planificar la “inseguridad”- se ve que acorde a la medida adoptada entienden lo contrario. Es decir que para ellos, un partido entre Victoriano Arenas vs. Ferrocarril Urquiza, por peligrosidad de sus barras y nivel de convocatoria –será esto último sobre todo ¿?- es mas peligroso o conlleva mas riesgos de enfrentamientos que un River vs. Boca por ejemplo. ¡Ridículo!;

- Además es una medida de carácter irracionalmente genérico, y que como decimos, no apunta a tomar precauciones mayores, ante riesgos mayores. Podemos citar como ejemplo, el del ítem anterior. Sin importar los riesgos, en El Ascenso el público no va y en la Primera División sí. Sin importar los riesgos reales de enfrentamiento, un clásico o partido catalogado como “de alta peligrosidad” en Primera se juega con ambas hinchadas; mientras un partido sin tanta trascendencia en cuanto a la peligrosidad, por el sólo hecho de ser del Ascenso, el público visitante no se puede asistir. Esto demuestra que con estas medidas, no se pretende en verdad terminar con la violencia, sino solamente marginar al público de los estadios, en la medida en que esto no sea rentable.
Otro ejemplo que marca lo genérico e irracional de la medida, y que para nada analiza la peligrosidad del caso concreto, es que la asistencia de una hinchada de visitante depende de la categoría en que se encuentre, independientemente si por sus antecedentes o su presente dicha parcialidad suele ser conflictiva o no. Así por ejemplo, las hinchadas de Chacarita Juniors y de Talleres de Córdoba, mientras permanecían en el Nacional B, se veían privadas de asistir de visitantes por ese sólo hecho, ahora pueden asistir, sólo por cambiar de categoría. En el primer caso, Chacarita Jrs. milita en la Primera División, mientras que Talleres de Córdoba descendió y participa en el Torneo Argentino;

- Como ya venimos diciendo, son medidas que no apuntan a atacar lo central del problema, que desde nuestro punto de vista es la trascendencia, el poderío y el protagonismo que tienen las barras bravas en todo este asunto. Por el contrario desde el mismo estado a través del gobierno, se pretende blanquear y legitimar la ligazón y el financiamiento a las barras, alrededor de experiencias como la de Hinchadas Unidas Argentinas, cuyo proyecto implicaba que funcionarios ligados al oficialismo le prometían a las barras de los distintos clubes que se sumasen a esa organización llevarlos gratuitamente al Mundial –y me permitiría suponer que con todo pago- a cambio de que las mismas se pusiesen de acuerdo para no generar mas hechos de violencia. Hecho que consideramos vergonzoso y nefasto, ya que por un lado, el mismo estado que prohíbe la asistencia de la gente común a los estadios en condición de visitante, por otro premia a los responsables de la violencia regalándoles el viaje gratis al Mundial, otorgándoles así mas poder del que ya tienen, mas impunidad de la que ya cuentan, y legitimándolos y convirtiéndolos en verdaderos interlocutores del estado, en vez de investigarlos y combatirlos, por ser los principales responsables de la escalada de violencia en el fútbol.
Por otro lado, dicha iniciativa lejos de desincentivar la violencia y propugnar el buen comportamiento, abre una disputa al interior de las barras por quedarse con el control y manejo del “paquete turístico” para asistir a Sudáfrica 2010;

- Más allá de todo lo dicho y no por ello menos importante, por todo lo que venimos diciendo mas arriba, la medida implementada de prohibir la asistencia a los visitantes, deviene en carente de fundamento racional, discrecional, arbitraria y discriminatoria, y en base a ello, violatoria de la Constitución Nacional, Tratados y Pactos Internacionales que el estado argentino esta obligado a cumplir.

Es por todo ello, que creemos que tanto desde la AFA, como desde el mismo Estado através de sus Organismos de Seguridad no existe una voluntad cierta de solucionar el problema real de la violencia enquistada en el fútbol. Si así fuese, mas allá de otras medidas parciales o campañas de ocasión, se intentaría primero que nada combatir a los principales responsables de la violencia en el fútbol. Sin embargo, como venimos explicando, lejos de eso, desde el mismísimo estado através de todas sus instituciones, se ampara y financia a aquellos que generan los hechos de violencia, mientras demagógicamente se prohíbe que el hincha común pueda ir a la cancha de visitante con la excusa de combatir la violencia, matando así el folklore y una de las cosas mas lindas que tiene el fútbol, y que particularmente distingue al espectáculo y las hinchadas argentinas. Nada más y nada menos, que la pasión de ir a la cancha a alentar a alentar a nuestro equipo.

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